19 de julio de 2011

CORRIENDO POR EL TERRITORIO SURMA

Después de pasar la noche en vela, pendientes de nuevas precipitaciones que pudieran empeorar la situación, la lluvia ha cesado, hecho que les ha permitido afrontar el día con mejores espectativas.
Con el esfuerzo de todo el equipo, con la ayuda de los elementos más esenciales que ofrece la naturaleza, piedras, troncos y el ingenio de ellos han conseguido sacar los coches embarrancados y proseguir la marcha.
El día ha sido más fácil, parece que los componentes se van adaptando al modus vivendi de la zona y superar airosos de los contratiempos.


Arcadi y Kike han retomado su que hacer diario, recorriendo la zona por un terreno de selva montañosa, de mucho mejor acceso, gozando de los quilómetros que iban dejando atrás e intentado grabar cada instante en sus retinas.
Tanto el equipo de apoyo como nuestros corredores han podido disfrutar de la conocida tribu Surma. También denominados suri, son una tribu seminómada, de cuyos integrantes se calcula que son unos 45.000. Residen principalmente en las selvas del sudoeste en un pequeño reducto en la llanura del Sur de Sudán.
Las mujeres surma lucen disco de calabaza o platos de arcilla incrustados en sus labios y en las orejas (estos últimos también los hombres), que cuanto más grande sea les permitirá una dote matrimonial más suculenta, normalmente se trata de entrega de ganado.
Todos se han sorprendido y extrañado a la vez, Lleida World Extrem por presenciar y vivir de primera mano civilizaciones tan ancestrales, y éstos poblados por ver aparecer sin más, en un día rutinario como tantos otros, a dos chalados corriendo, salidos de la nada.
Su ruta sigue rumbo norte situándose en estos momentos en la población de Bima, una especie de suburbio del poblado principal, zona conflictiva por su proximidad con la frontera de Sudan.
Por éste motivo han sido refugiados para pasar la noche en lo que podría ser una terraza de un bar, como un pequeño recinto cerrado, donde han alzado su campamento.
Mañana les espera un largo día de coche hasta llegar a la población de Jima, ya bastante al norte y poder así aproximarse a pies de la presa Gibe III.

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